Ayer pude sacar un rato por la tarde para salir con la bici de montaña. Junto con Gabriel y Agustín recorrimos el norte de Alcázar, desde los humedales de Alcázar hasta los de Criptana, con límites por el oeste el río Ciguela y por el este la ermita del Cristo de Villajos.
Este tiempo anticiclónico hizo que ayer las temperaturas permitieran salir casi de corto, para disfrutar de estas bonitas tardes de enero y de su luz.
La vuelta a Alcázar, por los senderos de la zona de El Pico, donde Gabri tuvo una caída de la que espero se recupere lo más pronto posible.
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